Pues sí, también estoy enamorada de la leche de almendras, pero es que me encantan las leches vegetales porque son una fuente interminable de salud y además están buenísimas. En este artículo voy a hablar de esta bebida vegetal que, desde que la descubrí, no puedo parar de tomarla.
Contenido
Características, valores nutricionales y calorías de la leche de almendras
Este alimento se viene consumiendo desde la Edad Media, pero en los últimos años se ha popularizado su consumo, el cual se ha difundido por todo el mundo gracias a ser una fuente de salud (aporta colesterol bueno, calcio, potasio, e óptimo para la piel...) y al actuar como un gran sustitutivo a la leche de vaca u otras de origen animal.
La bebida de almendra es un alimento líquido de color blanquecino que se obtiene a través de mezclar almendras trituradas en agua. Como todas las bebidas vegetales, se parece a la leche de vaca, pero se le llama leche solamente por su aspecto, ya que su composición nutricional y sus características organolépicas son totalmente diferentes a las de la leche de vaca.
Su sabor es particularmente dulce y es un alimento muy consumido por la población vegetariana y vegana.
Gracias a su composición química, es un alimento con un elevado valor nutricional que aporta al organismo diversos beneficios, ayudando a mejorar la salud.
En realidad, es muy difícil dar una información exacta sobre las calorías que aporta y sobre su composición nutricional, ya que estos parámetros dependen mucho del tipo de almendra que se utilice en su preparación y existen bastantes variedades de este delicioso fruto seco.
Generalmente, las calorías que aportan 100 gramos de bebida de almendras pueden variar entre 25 y 50 kcal. Estas calorías derivan esencialmente de los azúcares (hidratos de carbono de absorción rápida), mientras que su aporte proteico raramente llega al 1%.
El aporte lipídico es más relevante, ya que se trata de un alimento hecho a base de frutos secos. Pero como ya sabrás, no hay que demonizar estas grasas, ya que se tratan de lípidos de alto valor nutricional, es decir, ácidos grasos monoinsaturados. Destaca su cantidad de ácido oleico, equivalente a la que se encuentra en el aceite de oliva y otros ácidos grasos poliinsatuados.
Por otro lado, tratándose de un producto vegetal, no contiene colesterol malo.
La leche de almendra posee un alto valor nutricional también por la presencia de micronutrientes, es decir, vitaminas y sales minerales. Las vitaminas con más presencia son la vitamina B6 y la E, mientras que las vitaminas B1, B2 y B3 están presentes también, pero en menor nivel.
Las sales minerales que aporta la bebida de almendras son calcio, magnesio, potasio, fósforo y, en menor medida, también sodio, hierro y zinc. Por no hablar de que aporta una buena cantidad de fibra.
Beneficios y propiedades de la leche de almendras
Gracias a sus propiedades nutricionales, la leche de almendra puede aportar diversos beneficios a nuestro organismo. Vemos en detalle cuáles son:
- Baja el colesterol malo: La proteína amandina, presente en esta bebida, parece tener efectos hipocolesterolemiantes, es decir, ayuda a bajar los niveles de colesterol en la sangre preservando la salud del aparato circulatorio, manteniendo libres las paredes de las arterias.
- Actividad antioxidante: La vitamina E (tocoferol) es una sustancia que funciona como antioxidante, es decir, contrarresta los efectos de los radicales libres que son responsables de los daños en las células y del envejecimiento. Además, condumir estos antioxidantes a través de la dieta ayuda a evitar distintos tipos de tumor.
- Excelente para el intestino: Gracias a que son ricas en fibra, las almendras tienen un pequeño efecto laxante y, según algunos estudios, debido a ello, puede ayudar a regular el tránsito intestinal y a eliminar las toxinas que produce nuestro organismo. Otros estudios sostienen que la bebida de almendras puede ser útil para patologías gastrointestinales como la colitis, diarrea y gastritis.
- Apta para celíacos: Es un producto vegetal totalmente libre de gluten, por lo que es apta para personas que sufre esta enfermedad. Te ahorrarás problemas con el gluten.
- Válida para intolerantes a la lactosa: Como todas las leches vegetales, la leche de almendra tampoco contiene lactosa, por lo las personas intolerantes a esta proteína la pueden tomar.
- Buena para el crecimiento: Su aporte de calcio ayuda a fortalecer los huesos, por lo que es uno de los alimentos recomendables para que se tomen en la niñez.
- Buena para perder peso: Inclúyela en tu dieta si tu intención es bajar de peso.
Después de ver todos estos beneficios y propiedades de la leche de almendras, podemos decir que cabe perfectamente en una dieta mediterránea y equilibrada, contribuyendo a mantener nuestro organismo en óptimas condiciones, previniendo las enfermedades cardiovasculares y las patologías degenerativas provocadas por un alto contenido de colesterol malo en la sangre, además de ayudarnos a controlar nuestro peso. Además, como no contiene lactosa es uno de los alimentos aptos para personas intolerantes.
En definitiva, incluirla en nuestra dieta debería ser un 'must' porque es perfecta para mantener una buena salud y controlar nuestro peso corporal.
Efectos beneficiosos para la piel
Pero la leche de almendra no es solo un ingrediente a introducir en la dieta por sus cuantiosos beneficios y propiedades. Es también un producto muy utilizado por la industria cosmética gracias a la presencia de sus principios activos, que producen importantes efectos curativos en la piel y el cabello.
- Piel: La bebida de almendras tiene una potente acción emoliente sobre la piel de nuestro cuerpo. Por ello, se utiliza en la preparación de detergentes, jabones y cremas hidratantes. Estos efectos se deben a la presencia de aceites (oleico y linoleico) y a otras sustancias grasas como el acido palmitico y el ácido miristico. Estas cremas son muy buenas para las pieles secas y dañadas y, gracias a la ausencia de contraindicaciones, también los niños pueden utilizarla con total tranquilidad.
- Estrías: Gracias a la presencia de grasas, la bebida de almendra es un ingrediente que se encuentra habitualmente en las cremas que ayudan a prevenir las estrías, por ejemplo, durante una dieta o un embarazo. Aplicando estos productos de forma cotidiana, conseguiremos la elasticidad y la protección que necesita la piel.
- Cabello: Combinada con otros principios activos, se utiliza para la producción de champús y mascarillas de pelo. Su acción hidratante, reparadora y voluminizadora es útil sobre todo cuando el cabello está seco o quemado por el sol o la polución de las ciudades.
Otros usos de la leche de almendras.
La leche de almendras no es solamente una bebida dulce y refrescante, sino que también se puede utilizar para preparar otras recetas de cocina o en el ámbito medicinal.
- Cocina: Se puede utilizar para la preparación de diversos platos, ya sean dulces o salados. Algunos ejemplos pueden ser tartas, yogures o granizados, pero también se usa para elaborar platos salados como la bechamel y condimentos varios.
- Fármacos: Se suele utilizar como excipiente en diferentes fármacos Su sabor dulce es ideal para disfrazar los desagradables sabores de las medicinas.
¿La leche de almendras engorda?
La leche de almendras NO engorda si se toma con moderación, pero hay que ir con ojo, pues la gran mayoría de marcas que distribuyen esta bebida en envases le añaden azúcar en cantidades desorbitadas. Por eso yo siempre recomiendo consumir leche de almendra casera: más rica de sabor, más nutritiva y menos calórica. Así no te tendrás que preocupar por tu peso.
Leche de almendras para bebés (lactantes) y niños menores de 2 años
No hace mucho se viralizó una noticia en la que un bebé contrajo escorbuto porque tomaba leche de almendra y algunos medios de comunicación empezaron a demonizar las bebidas vegetales. A estas alturas, todos sabemos ya que una buena parte de la información que se vierte en los medios no suele estar correctamente documentada. Como no quiero salirme del tema principal, te recomiendo leer este post bastante esclarecedor.
Desde mi punto de vista, ni la bebida de almendras ni ninguna otra bebida vegetal (aunque sea natural) pueden sustituir a la leche materna en la fase de lactancia ni durante los primeros meses de vida del bebé. Ni siquiera la leche de fórmula o de vaca debería ser un sustituto de la leche materna, a menos que así nos lo haya indicado un profesional.
A veces, las madres que producen poca leche materna prefieren combinar su leche con una leche vegetal. La leche de almendras no es apta para ello. Puede servir como complemento porque está rica y contiene muchas propiedades beneficiosas, pero hay que tener en cuenta que tiene un bajo aporte en proteínas, nutriente esencial para los recién nacidos, por lo que hay que alimentar al bebé con alimentos que los contengan, ya que precisan de una alimentación especial para su correcto crecimiento.
De todas formas, cuando se trata de tu bebé, lo que hay que hacer es siempre preguntar a un especialista.
Cómo hacer leche de almendras casera: receta
Si estás leyendo estas líneas y aún no has probado la leche de almendra casera, te animo a que no dejes pasar más el tiempo y hagas esta receta en tu casa. No te preocupes, porque es extremadamente sencilla de hacer y la natural se diferencia abismalmente de la industrial.
Prepárate para disfrutar de una bebida cremosa, suave y súper saludable.
Ingredientes y utensilios necesarios
- 1 taza de almendras (preferiblemente orgánicas)
- 600ml de agua potable (evita la del grifo si su sabor no es bueno)
- Canela, extracto de vainilla, miel, sirope de arce, edulcorante líquido o cualquier endulzante que te guste. Yo prefiero evitar el azúcar refinado.
Necesitarás también una batidora (licuadora o minipimer), un colador fino, un paño lo más fino posible para filtrar (si tienes una bolsita para hacer leches vegetales, úsala en lugar del paño) y un recipiente pequeño y otro más grande.
Procedimiento
Pon las almendras dentro de un recipiente y cúbrelas con agua. Déjalas en reposo durante toda la noche. Éstas irán creciendo a medida que vayan absorbiendo agua.
Las puedes dejar fuera de la nevera cubiertas con un paño. Si quieres que tu bebida quede más cremosa, déjalas reposar durante 2 días, pero en ese caso, ponlas dentro del frigorífico.
Cuanto más tiempo estén en remojo, más cremosa va a quedar la leche de almendra.
Escurre las almendras y enjuágalas con agua fría. Para ello, colócalas en el colador y ponlas debajo del grifo.
Ahora, las almendras tendrían que estar un poco blandas.
Desecha el agua que has usado para ablandar, ya que podría contener ácido fítico, una sustancia que dificulta la absorción de nutrientes.
Mete las almendras en la batidora, añade el agua (600 ml) y bate a máxima potencia durante 2 minutos.
Las almendras tienen que quedar lo máximo trituradas posible y el agua deberá verse de un color blanquecino.
Ten en cuenta que la cremosidad de la bebida dependerá de la cantidad de agua que le eches. Al terminar la receta puedes ajustar el nivel de agua.
Coloca el paño extendido (si tienes una bolsita especial para leches vegetales, úsala en lugar del paño) a lo largo del colador, que a su vez debe estar colocado encima de un recipiente (fíjate en la imagen) y vierte el contenido de la batidora sobre el paño.
Todo el líquido fluirá a través del paño y del colador, quedándo la pasta de almendras en el paño.
Aprieta la bolsa para leche vegetal lo máximo que puedas para exprimir todo el líquido hacia el recipiente.
Tienes que intentar exprimir al máximo el líquido, haciendo que la pasta de almendras quede lo más seca posible.
Prueba un poco para ajustar su dulzor. Yo siempre le añado un poco de canela molida, pero también puedes añadir miel, jarabe de arce, edulcorante o azúcar.
Una vez que esté a tu gusto, guárdala en un recipiente que se pueda cerrar bien y métela en el refrigerador para consumirla fresquita. O consúmela a temperatura ambiente... eso ya va a gusto de cada uno.
Agítala cuando vayas a tomarla, porque es natural que se separen sus componentes con el paso de las horas.
La pasta de almendras resultante de hacer nuestra leche se llama okara y se puede utilizar para hacer muchas recetas.
Lo puedes añadir a los cereales del desayuno, puedes preparar galletas o utilizarlo para otras recetas que se te ocurran.
Si la extiendes a lo largo de una fuente para horno y la horneas durante dos horas, se secará y la podrás almacenar en el congelador para usarla en un futuro.
Receta extraída de thekitchn.com
¿Cuánto dura la leche de almendras casera?
La leche de almendras casera puede durar entre dos y tres días si la almacenas dentro de la nevera en un recipiente bien cerrado.
La puedes pasteurizar cocinándola a alta temperatura para que te aguante más tiempo, pero sinceramente, no merece la pena porque pierde nutrientes y no es nuestro propósito cuando decidimos hacer bebida de almendras casera.
Consejos al comprar leche de almendras
Los fabricantes de leches vegetales que distribuyen a través de los supermercados más conocidos, o los propios supermercados, suelen ser empresas grandes. Toda empresa grande tiene departamento de marketing y los responsables de estos departamentos se encargan de planificar minuciosamente los envases de las leches vegetales que nos venden, por lo que hay que tener cuidado con lo que leemos en dichos envases, porque muchas veces nos lleva a tomar decisiones que no hubiéramos tomado si supiéramos más información o nos la dieran de otro modo.
Hay que tener en cuenta que los ingredientes principales de una leche vegetal son: una cantidad variable de cereales o fruto seco, un endulzante (que puede variar en tipo y en cantidad) y agua.
Entonces, sabiendo esto, ¿qué no debe tener una bebida vegetal?
No debe contener bajo ningún concepto grasas saturadas como el aceite de palma, pero tampoco azúcares añadidos como la glucosa o la fructosa.
Otras cosas a las que hay que prestar atención son que la leche no contenga sales añadidos o que su contenido de sal (sodio) sea bajo y sin grasas añadidas. Además de que no tenga ni aditivos ni conservantes.
Algunas veces podemos encontrar aceite de girasol... ¿por qué?
En la leche de arroz y en la de avena podemos encontrar aceite de girasol en un nivel cercano al 1%. Dicho aceite reduce la carga glicémica del arroz y de la avena, además de aportar antioxidantes. De todas formas no es necesario utilizarlo en las leches vegetales, por eso solo lo tienen algunas de ellas.
Ten en cuenta que si el porcentaje es bajo, no tendrá tampoco buenas cantidades de calcio, ni potasio ni todos los otros micronutrientes.
La de almendras o de avellanas suele tener al menos un 2%, la de soja un 6%, la de avena un 10% y la de arroz un 12%. Se recomienda que estos porcentajes sean más altos, pero no es sencillo encontrar bebidas que superen el 15%, por eso la mejor opción para mí siempre ha sido hacer mi propia leche casera.
La leche de almendra del Mercadona, por ejemplo, solo tiene un 2% de almendras y una gran cantidad de azúcares añadidos, además de otros aditivos...
En definitiva, queda claro que la leche de almendras casera es un producto muy completo que aporta muchos beneficios a nuestro organismo. Aunque su valor proteico no es comparable al de la leche de vaca, resulta ser una gran alternativa para las personas que no consumen lácteos de origen animal, asegurando un óptimo aporte energético y una suma de nutrientes (calcio, potasio, fósforo, etc.) que ayudan a mantenerse en forma.
Te aconsejo que visites también los posts de leche de soja y leche de avena.