No existe ninguna definición científica de superalimento, pero está universalmente aceptado que estos comestibles contienen una gran cantidad de vitaminas y minerales necesarios para el correcto funcionamiento del organismo.
También son una importante fuente de antioxidantes, unas sustancias químicas que protegen nuestro cuerpo del daño celular y ayudan a prevenir enfermedades como el cáncer. Otros superalimentos son ricos en grasas saludables, que disminuyen el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, así como fibra, beneficiosa para la salud digestiva.
Mientras que existe un buen número de alimentos comunes, como el salmón o el ajo, que ya aportan los mencionados nutrientes, también hay una serie de superalimentos exóticos y menos habituales que vale la pena que conozcas.
Superalimentos verdes
Normalmente, cualquier alimento que sea verde es saludable, ¡pues los superalimentos verdes son todavía mejores! Tienen una concentración de nutrientes fácilmente digeribles, termogénicos (quemadores de grasa), vitaminas y minerales que protegen y curan nuestro cuerpo. Contienen una serie de sustancias beneficiosas, entre las que se incluyen las proteínas, fotoquímicos y bacterias saludables que ayudan a construir músculo y tejido, mejoran las funciones digestivas y protegen de las enfermedades.
Los superalimentos verdes son extremadamente ricos en clorofila, el pigmento que les da ese color verdoso a los vegetales. La estructura molecular de la clorofila es muy similar a la de la sangre humana y hay estudios que demuestran que cuando se consume, crece la producción de hemoglobina en la sangre. Cuanta más cantidad de hemoglobina haya en el flujo sanguíneo, más oxígeno podrá ser transportado a través de la sangre, lo cual es vital para el desarrollo celular.
En esta categoría se encuentran superalimentos como la espirulina, chlorella, espinacas y kale.
Superalimentos plantas
Conocidas también como hierbas medicinales, son capaces de ofrecerte una gran cantidad de nutrientes ideales para regular correctamente las funciones del cuerpo. Se han utilizado en la medicina tradicional durante siglos como remedios naturales.
Algunos de los más exóticos son la moringa, stevia, aloe vera, equinácea y ginseng.
Frutos secos y fruta
Los superalimentos de esta categoría son muy ricos en antioxidantes que combaten los radicales libres. Aquí encontramos las bayas de Acai, bayas de Goji, maca, cacao, leche de coco, semillas de lino, etc.
Superalimentos procedentes de las abejas
Los egipcios, indios y babilonios se aprovechaban de las propiedades medicinales de estos superalimentos. Los más famosos son el polen de abeja y el própolis.
La importancia de una dieta balanceada
La dieta juega un papel importante en nuestra salud, por eso debes tener en cuenta que ningún alimento, incluidos los superalimentos, pueden compensar una mala alimentación. No pienses que puedes “deshacer” el daño causado por la comida basura comiendo superalimentos.
Por eso, a los nutricionistas les gusta hablar de superdietas, y no de superalimentos, haciendo énfasis en una dieta balanceada y saludable, rica en frutas, vegetales y cereales integrales.
Existe suficiente evidencia de que la dieta mediterránea reduce el riesgo de enfermedades crónicas y aumenta la esperanza de vida.
Algunas críticas a la nomenclatura
Aunque es cierto que a priori los superalimentos son muy saludables, el término está siendo utilizado como herramienta de marketing. A los científicos tampoco les gusta utilizar este término, ya que el proceso al que se ven sometidos antes de ser comercializados puede que no sea para nada saludable.
Por ejemplo, el té verde tiene muchos antioxidantes, pero se suele cortar con otros tés de menor calidad y, a la hora de consumirlo, se le añade azúcar refinado, lo cual no es nada positivo.
Del mismo modo, los cereales integrales se procesan de una manera que los hace ser más agradables al paladar, pero menos saludables.
Por no hablar de todos los pesticidas y procesos químicos a los que se ven sometidos debido al creciente auge que están teniendo en el mundo occidental.
Te recomendamos que a la hora de comprar un superalimento, analices detalladamente tanto la procedencia y la forma en la que se ha producido y comercializado para evitar que te den gato por liebre.